Día de los boquerones sin raspa


Recién fritos están para chuparse los dedos. Secos también pero entonces se elevan a los altares gastronómicos y son santas espichadas. Por eso se merecían una efeméride. En su honor con un buen vaso de vino o una cerveza. En su defecto están como sucedáneo los jureles secos a la plancha.

1 comentario:

Malo Malísimo dijo...

Una ronda con comuelgo para todos....