Día del orgullo cafre



Si eres un cafre hoy es tu día. Puedes festejarlo con las cosas que haces normalmente, pero esta vez con plena conciencia. Puedes dedicarte a insultar de manera anónima por Internet, destrozar mobiliario urbano, descalificar, faltar el respeto a todo el que se cruce en tu camino. Pero si puedes hoy hazlo un poquito más y pégate diez cabezazos contra la pared al terminar la jornada. Sería un buen remante para una jornada de cafres.

Día local de los pamplinosos



Para que los pamplinosos tengan también un día que celebrar. Seguro que lo aprovechan para todas las cosas inútiles que suelen hacer.

Día de 'estaba una pastora'



Eso que estaba una pastora lara, lara, larito, cuidando el rebañito. Con leche de sus cabras lara, lara, larito, hacía su quesito. El gato la miraba lara, lara, larito, con ojos golositos. ¿Y por qué? Desde cuando a los gatos les gusta el queso. Y si les gusta que prefieren el manchego o el parmesano, cabrales o gamoneu.

Día de los malos amigos



Jornada que nos da una oportunidad para expresar libremente eso que tantas ganas tenemos de decirle a ese amigo hipócrita que se las da de buena gente y nos tiene hartos de su prepotencia y falsedad. Es el momento, híncale el diente.

Día de las visitas pesadas



Es un día para ir a molestar a eso que siempre te visitan sin avisar y se quedan toda la tarde en plan gorrón.

Día del hilo mental



Está el hilo musical y también el hilo dental. Nos faltaba el hilo mental. Un fino instrumento que sirve para limpiar el cerebro de impurezas musicales. Hoy es su día. Puedes celebrarlo borrando del ordenador todas las horteradas musicales que tienes almacenadas.

Día mundial de la piel de gallina



Una reacción tan universal y que ha dado tanto juego no puede pasar sin ser bendecida en el calendario de onomásticas. Para ello cuélguense de ventanas y balcones pieles de gallina con los escudos heráldicos de las casas o colores que representen el linaje.

Día del adiós al último verano



Como quien se despide de un amigo. Hale, hasta otro año. Y santa pascuas. Cada vez dura menos lo buena. Una vergüenza lo del gobierno por no permitir que el veraneo dure más.

Día continental de las pejigueras



Ese día es como llevar una cruz. Ta tocao. Y debes soportar todas las pejigueras, que no serán pocas, que te toquen.

Día de las cuentas pendientes




Que no es igual que el día de las bolas colgantes. Se trata de una jornada para hacer cálculos matemáticos cuesta arriba o cuesta abajo.

Día internacional del bloguero resentido



Es el lado oculto del bloguero. Se dedica a rajar y maldecir a los demás desde su resentida bitácora y a poner verde a los otros gurús que elaboran listas y reparten el pan y la sal. Critican a los gurús blogueros porque ellos se creen mejores que éstos.

Día internacional del ninguneo



Se vaya donde se vaya este día hay que decir en todo momento: «tú no eres nadie, no eres nadie». Aunque sea a tu padre. Es para que surta efecto y la gente sepa lo que es sentirse un cero a la izquierda.

Día de los muertos de risa



A todas aquellas personas que fallecieron por un ataque de risa y que nadie las recuerda, porque no se puedellorar a una persona que se murió de risa ya que cuando lo mencionas es que te tronchas y se te saltan las lágrimas pero de tanto reír.

Día del vendedor grosero



Jornada para desquitarnos de los vendedores pesados y mala fondingas de los que te miran mal si no le compras algún artículo.

Día del cliente impertinente



Este es el día de ese tipo que llega a cualquier establecimiento y, después de preguntar por el precio de todo los artículos, siempre pide aquello de lo que no hay existencias.

Día mundial del gurú bloguer o bitacorín



Jornada dedicada a todos esos blogueros cuyo ego no les cabe en el cuerpo porque se creen el ombligo en el mundo con sus blogs y bitácoras. Se recomienda escribirles post lisonjeros, halagadores y cobistas para ampliar los horizontes de su vanidad a ver si revientan.

Día cristiano de Juliano el Apóstata



Para recordar a un tipo tan despierto y con tanta personalidad nunca es tarde. Juliano se lo merece para fastidio de la curia.

Día mundial de la rajada personal



Dedicado a hablar mal de ti mismo a todo el mundo durante 24 horas, sin descanso. Se debe alentar la contra estima hasta hundirte en la miseria y usar las fórmulas imaginativas que vengan al caso. Despellejarse es un hábito de buena salud si no mueres en el intento. También puedes conseguir que te den de baja por depresión.

Día internacional de los premios blogueros



Dada esa moda de otorgar premios a los blogueros hoy nos imbuimos del espíritu del premio nobel y damos galardones a diestro y siniestro. Por ejemplo, premio a blog más insignificante. Premio a la ingenuidad. Premio al malestar general. Premio peras al olmo. Premio al que me lea mal. Premio de castigo al que no le gusten los premios. Premio por estornudar. Premio por cantar mal. Premio al bloguero desconocido. Premio a todo hijo de vecino. Premio al blog más rancio. Premio a la bitácora más ridícula. Premio al despremio. Premio a la moda tonta de otorgar premios. Premio al etcétera.

Día mundial del correo basura




Este día está mal visto enviar o reenviar algunos de esos correos gilipoyescos con que nos castigan aquellos que no tienen imaginación ni mejor cosa que hacer que dar por culo con la basura electrónica. Y que se le formatee el disco duro a quien no lo cumpla.

Día mundial de la bobosfera



Ese lugar lleno de internautas bobos que suele mirarse en el espejo de la bruja de Blancanieves y se preguntan: ¿quién es bloguero más famoso de la bobosfera?

Día nacional del caldo gordo



Por ejemplo el de los becarios, pinches y aprendices que se los hacen a sus empresas. Igualmente en honor de la población de Caldo Gordo, situada en el municipio de Sombrerete del estado de Zacatecas, que tiene un habitante. El caldo gordo en sentido culinario es el que sale más espeso.

Día nacional de la depresión tonta



Quien te mandó que te fueras de vacaciones para que ahora andes todo el día con el síndrome postveraneo. Pues eso, el que viene te quedas trabajando, cobras el doble, te ríes de los que vuelven quemados de las vacaciones y encima te ahorras una depresión que, con la crisis, ya es un ahorro. ¿O no?