Día nacional sin radio ni televisión

(Para los periódicos se traslada al día siguiente)

Puedes aprovechar para hacer todo aquello que piensas que debes de hacer y nunca haces: visitar a los amigos y familiares, hacer senderismo, tumbarte a la bartola, leer un libro, meditar, estar todo el día en la cama -solo o con alguien- escuchar a tus hijos, hablar con tus padres, conocer a tu vecino o vecina o a ti mismo, acostarte a las ocho de la ma?ana o levantarte a esa misma hora, decir en voz alta lo que nunca dices. Imagínate, tú que puedes, y se libre por un día, no te arrepentirás.