Día del orgullo cafre



Si eres un cafre hoy es tu día. Puedes festejarlo con las cosas que haces normalmente, pero está vez con plena conciencia. Puedes dedicarte a insultar de manera anónima por Internet, destrozar mobiliario urbano, descalificar, faltar el respeto a todo el que se cruce en tu camino. Pero si puedes hoy hazlo un poquito más y pégate diez cabezazos contra la pared.

Día local de los pamplinas



Para que los pamplinosos tengan también un día que celebrar. Seguro que lo aprovechan para todas las cosas inútiles que suelen hacer.

Día continental de las pejigueras

Ese día es como llevar una cruz. Ta tocao. Y debes soportar todas las peigueras, que no serán pocas, que te toquen.

Día bíblico de Poncio Pilatos



Es el día de mi amigo Poncio y de Pilatos. Se aconseja lavarse mucho las manos durante las 24 horas y no querer saber nada de nadie. Es un homenaje a un hombre mal entendido por la Historia, porque de no ser por su pulcritud ahora no estaríamos donde estamos, ni mucho menos. Porque otra cosa no, pero limpio Poncio era un jartá.

Día internacional del bloguero resentido



Es el lado oculto del bloguero. Se dedica a rajar y maldecir a los demás desde su resentida bitácora y a poner verde a los otros gurús que elaboran listas y reparten el pan y la sal. Critican a los gurús blogueros porque ellos se creen mejores que éstos.

Día internacional del ninguneo



Se vaya donde se vaya este día hay que decir en todo momento: «tú no eres nadie, no eres nadie». Aunque sea a tu padre. Es para que surta efecto y la gente sepa lo que es sentirse un cero a la izquierda.

Día mundial del gurú bloguer o bitacorín



Jornada dedicada a todos esos blogueros cuyo ego no les cabe en el cuerpo porque se creen el ombligo en el mundo con sus blogs y bitácoras. Se recomienda escribirles post lisonjeros, halagadores y cobistas para ampliar los horizontes de su vanidad.

Día mundial de la rajada personal



Dedicado a hablar mal de ti mismo a todo el mundo durante 24 horas, sin descanso. Se debe alentar la contra estima hasta hundirte en la miseria y las fórmulas imaginativas.