Cuando amanece de Estopa



Cuando amanece el día/y el cielo pinta tus ojos negros,/vaya suerte la mía/que pueda verte en ese momento,/se me nublan los ojos,/ se me envenenan los pensamientos.



Estos se levantan fumaos o no desayunan fuerte, es evidente por lo que dicen.

Pensabas que vivía/ dentro de un cuento con argumento,/pensabas que sentía/ lo que yo siento siempre por dentro,/y a mí se me nublan los ojos,/se me envenenan los pensamientos.

¿Hay cuentos sin argumento? ¿Los que les leían de chiquititos no estaban bien escritos?

Te beso/y no me responden los huesos,/y se me para el tiempo,/se me para el tiempo…

Malo, puede ser anemia igual.

Y yo te quiero besar,/besar tus labios de caramelo,/y que me lleve el demonio si no te quiero./Que yo me pongo a pensar,/ser un poquito más libre/y poder remontar el vuelo.

No anemia, no, más bien diarrea mental. Antes la había besado, ahora la quiere besar, invoca al demonio, luego piensa y quiere volar. Lo que tiene es grave.

Contigo quiero volar/para poder verte desde el cielo,/en busca de un imposible/que se escapa entre mis dedos.


¿Quiere volar con ella para poder verla desde el cielo? Si vuela con ella estará al lado, digo yo. ¿Y pa qué verla desde el cielo, no es mejor verla desde el suelo? Y encima se le escapa.

Busco la sabiduría/en el cofre de tus pensamientos,/con tu llave yo abriría/todas las puertas del universo./Y yo que vivo soñando,/mi corazón late a contratiempo.

¿La sabiduría está en los pensamientos de la chica? Flipo. ¿Y el corazón qué tiene que ver? ¿Qué ha fumao este tipo?

Pensabas que abriría/todas las puertas del universo,/pensabas que sentía/lo que yo siento siempre por dentro,/y a mí se me nublan los ojos,/se me envenenan los pensamientos.

Ah, la chica es cerrajera.

Te beso y no me responden los huesos,/y se me para el tiempo,/se me para el tiempo…/Y yo te quiero besar,/besar tus labios de caramelo,/y que me lleve el demonio si no te quiero.

Anda que habrá pensado mucho para escribir “tus labios de caramelo”.

Que yo me pongo a pensar,/ser un poquito más libre/y poder remontar el vuelo./contigo quiero volar/para poder verte desde el cielo,/en busca de un imposible/que se escapa entre mis dedos.



Se repite como el ajo.

Leileleileileilei,leileleileileileileileileiR



Aquí se rompen los dos. Están sembraos.
 
Adiós genios.