Detrás de la confesión "yo canto cuando me ducho" se esconde una patología camuflada que puede degenerar en una oligofrenia musical hereditaria, al trasmitir a los descendientes patrones de frustración. Por eso Europa hoy celebra el día de los que tienen un oído en frente del otro y les anima a entrar en un coro de grillos, en la coral de su pueblo o a cantar en las celebraciones religiosas y patrióticas, porque entre muchos se notara menos el desafine.
Noticia del día
El Vaticano condena otra vez a Saramago tras su muerte
A Saramago le hubiera dado mucha alegría leer estas barbaridades porque hasta después de muerto no se olvidan de él. Ya lo dice el refrán: no ofende quien quiere sino quien puede. Y estos meapilas no pueden porque no tienen entidad moral para ello. Además quedan mal retratados cuando se ponen a decir burradas, ya que por decir esas iniquidades se va al infierno. No lo digo yo sino su dios: perdona a tus enemigos, pon la otra mejilla, dios es amor. Además ellos sí que son la prueba más clara de que no existe dios, si existiera no iba a permitir individuos que lo único que quieren es hacer daño.