Día mundial de la alta cocina

Ese día le toca hacer de comer a la que mida más altura. Después celebraremos el de la baja cocina y, entonces, le tocará guisar a la baja.

Máxima latina

(Aparecida entre los grafitos amatorios pompeyanos)

Pennis erectus nom creditum deus essem.

Día de la caja de herramientas

De las tres mil chapuzas o arreglos domésticos que tienes que hacer a lo largo del a?o y que terminas por empeorar, en la mayoría de los casos, y terminas por llamar al profesional de turno, de eso tienen la culpa la caja de herramientas. Con un sinfín de utensilios, tornillos, tuercas y tacos, nunca encuentras lo que estás buscando.

Día internacional del domingo por la tarde

El Ministerio de Asuntos Importantes va a suprimir la tarde del domingo porque produce cáncer de tristeza.

Día de la colonia Nenuco

Fragancia esencial y muy personal para quienes nunca han superado los complejos de Edipo y Electra.

Día del Pecado Original

No fue muy original aquel pecado que digamos. Morder una manzana y encima tener que pagar por él todos los demás. Extra?a ley la de un dios que, nunca mejor dicho, hacer pagar a justos por pecadores.

Día local de las espichás con huevo frito y ajos

Día para celebrar uno de los manjares culinarios más exquisitos que para sí quisieran muchos chefs de la alta cocina Ferran Adriá, Juan Mari Arzak, Enrique Becerra, Martín Berasategui, Antonio Carmona o hasta el propio Argui?ano.

Día Internacional de las mujeres malas

Parafraseando a Mae West sobre que las mujeres buenas van al cielo y las malas a todas partes, después del 8-M se celebra esta fecha tan se?alada.

Día de la mujer

De la mujer de quién?

Día doméstico de la chapuza

Por todas la veces que nos metemos a mano maestro para arreglar una gotera en la cisterna del retrete, una baldosa despegada, un desconchón en la pared, y terminamos pidiendo socorro a una empresa de multiservicios.

Día mundial de las trompas de Falopio

Falopio era famoso por sus trompas y cogorzas, muy diferentes a las de Eustaquio que eran como más moderadas. Eso era debido a que Falopio tenía muy mala bebida y si no que se lo pregunten a su mujer que, la pobre, tuvo que salir a la carrera más de una vez de su casa. Hoy recordamos a Falopio para entender que hay que beber con cabeza porque hay algunos borrachos que son inaguantables.