Crónicas desde el Portal de Belén: Conflictividad social


El panorama está más que revuelto en Belén por el alto grado de conflictividad social y laboral que se da en esta época. El hombre que pesca en el río se plantea encerrarse en el Ministerio de Agricultura y Pesca porque no vende ni un pescado muerto por culpa del anisakis. El hombre cagando ha denunciado al programa ‘Aquí hay tomante’ por intromisión en su intimidad.
Además el alfarero le ha alquilado el taller a un inmigrante porque dice que con la subcontrata tiene más que suficiente para vivir. Luego están las mujeres que lavan la ropa en el río que se han ido a protestar Caifás, porque dicen que el alto grado de contaminación de las aguas hace que sus vecinas de Nazaret laven más blanco que ellas y eso no lo pueden permitir.
En estas no se ve un pato, una oca, una gallina ni nada con plumas porque los de sanidad han prohibido el movimiento de aves (no se pude decir ni ave César) debido a la propagación de la fiebre aviar. Los pastores, en la taberna borrachos, para olvidarse que la lengua azul le ha esquilmado los rebaños, así que no piensan aparecer por el Portal de Belén o si lo hacen van a llegar con un peo como una venta.
Las juventudes judías hacen una sentada a las puertas del palacio de Herodes porque quieren asentamientos con viviendas para jóvenes.
El Sanedrín lo han cerrado por politización de los jueces y los hombres de buena voluntad le pueden dar por donde más le guste, porque voluntad han demostrado que tienen poca y buena menos, que no paran de matarse año tras año.