Es día este para sentir empatía por los bancos que están de moco caído. Se puede poner una espacie de cepillo a las puertas de las oficinas bancarias para que los clientes hagan un donativo por su resurrección y para que sigan con su explotación a los pobre clientes y paguen una buena pensión a los directivos que se jubilen.
1 comentario:
¡Pero hombre de Dios, si ya llevamos un buen rato haciendo donativos a estos señores! ¿Qué más quieren?
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