Día universal de la ley anti-Murphi

Es un día para llevarle la contraria a Murphy, un tipo idiota que encontró en lo categórico universal un chollo para forrarse. Su primer ridículo principio es que todo lo que pueda salir mal, sale mal, no es cierto. De hecho pensaba que este ‘post’ me iba a salir como un churro y va a tener un acabado divino. En cuanto al resto de desatinos e idioteces escritas por este pájaro me río yo de unas cuantas como lo del charco que no se sabe qué profundidad tiene hasta que no te metes. Y digo yo para qué están los bastones y las cañaveras sino para ver el calado de las cosas, instrumentos valiosísimos de profundidad. O que mantener la calma cuando todos pierden la cabeza es síntoma de que no te enteras; y entonces los yoguis que están concentradísimos y los que meditan qué, también pierden la cabeza con lo profundos que son ellos. O nada es tan bonito de cerca como de lejos. ¿No? Pues que se ponga a un centímetro de una pirámide a ver si la ve bonita. Tío tonto este Murphy.