A falta de pan buenas son tortas, que dice el refrán. Y contra el hambre que pasan otros por las dietas y los ejercicios de espiritualidad, donde esté un buen bocadillo que se quite el más pintado. De calamares mejor, pero igual de tortilla o de atún. Más recomendables está el bocadillo de migas y también el de potaje. No está de más un bocata de puchero, aunque éste degenera por el nombre (mira que dejar en bocata a don bocadillo).
2 comentarios:
Me lo pido de sardinas
Ohhhhhhhhhh
quiero ahora mismo un bocadillo de calamares.
Recuerdo los de Madrid, en la Glorieta de Bilbao, a cuatro pesetas podías elegir el de calamares o el de tortilla de patatas.
Aquellos bocadillos...
xd
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