El estilo a la hora de dar una pedrada es importante. Las guerrillas de piedras entre críos se saldaban con más de una descalabradura. Las competiciones para ver quien tenía mejor atino o lanzaba más lejos, un deporte diario. Pero lanzar las piedras como los pastores eso sí que era un reto.
1 comentario:
Si señor, era todo un reto
solo superado por saber
crujir la honda como el
pastor. Me ha divertido
este post, muy original.
Gracias.
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