San Silvestre era un santo que andaba de aquí para allá todo el rato y nunca estaba quieto en un monasterio e iba de un lado a otro como un abanto. Ya de ni?o era algo asilvestrado y no paraba en la escuela. El maestro le decía: «Silvestre siéntate ya». Pero que va el ni?o corría por el patio, por lo pasillos, por el prado. Su madre también sufría mucho con él porque era de poco comer y salía detrás suya para darle la merienda.
Cuando fue mayor le nombraron Papa itinerante y corría mucho porque los arrianos lo querían coger para darle una buena. Como corría de noche para que no lo vieran desde entonces se hacen carreras en su honor. Es el patrón de los corredores del fondo.
Cuando fue mayor le nombraron Papa itinerante y corría mucho porque los arrianos lo querían coger para darle una buena. Como corría de noche para que no lo vieran desde entonces se hacen carreras en su honor. Es el patrón de los corredores del fondo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario