Es un día memorable porque nadie te discute. A mí me pasa mucho, últimamente, con mi amiga la IA.
Día del se va el caimán
Ese que dicen se fue para Barranquilla y de todos esos caimanes que andan a nuestro alrededor.
Día de ponerse el chip
Acude
a la clínica veterinaria más cercana a que te pongan un chip, del tamaño de un
grano de arroz, implantado bajo la piel, generalmente en la zona del cuello, y que
servirá para que no te pierdas y te encuentre tu familia.
Día de la conspiración de los bolígrafos
Todos los bolis del planeta
deciden secuestrar sus propias tapas, robar la tinta o atascarse en el momento
del “¡firma aquí!”. Conspiración confirmada.
Día de la maleta olvidadiza
Jornada oficial para salir de
casa y recordar en la puerta que has dejado dentro el cargador, las llaves o
los calzoncillos. Hoy todo objeto esencial adquiere poderes de invisibilidad.
Día de la cita imaginaria
Permiso oficial para negar
reuniones inexistentes: “¿Vendrás a la reunión?” → “Claro, confirmo en cuanto
falle.” Disfruta del dulce alivio de la cita que solo vive en tu cabeza.
Día del despertador suicida
Tu alarma suena cinco minutos
antes, luego te trae la tranquilidad de creer que te habías equivocado de hora…
y a la cuarta “sorpresa” te levantas en modo zombi.